Aunque el turismo genera empleo y riqueza, ¿puede complicar la vida en la ciudad?
En 2019, antes de la pandemia, Madrid recibió 10,4 millones de turistas que vinieron a conocer nuestra ciudad, de los cuales casi 6 millones eran personas extranjeras. Este grupo gastó cerca de 10.500 millones de euros a lo largo del año. Por eso es bueno que la gente venga a conocer nuestra cuidad y visitar los lugares que tiene Madrid. Los visitantes gastan su dinero en compras y restaurantes para disfrutar la gastronomía de Madrid. Los extranjeros gastan su dinero y eso conlleva riqueza y empleo para Madrid. Aunque también visitan los monumentos y espectáculos, para que conocer la cultura de Madrid.
Sin embargo, el turismo masivo también tiene desventajas para los que vivimos en Madrid: la gran cantidad de gente que hay por las calles, y más en tiempos del Covid; la delincuencia que crece en algunas zonas turísticas, haciéndolas cada vez más inseguras (sobre todo, en el centro). Además, los centros de la ciudad se llenan de negocios destinados a turistas, por lo que vivir allí, hacer la compra o la vida cotidiana cada vez es más difícil y caro. Por otra parte, muchos pisos del centro son ahora alojamientos turísticos. Eso genera ruidos y molestias a los vecinos, especulación y alquileres muy caros.
En nuestra opinión, el turismo es algo bueno: permite conocer otras culturas, y trae riqueza y prosperidad a las ciudades. Nos gusta viajar, y queremos que todo el que pueda lo haga. Pero también es importante cuidar la vida cotidiana de la ciudad, para que esta siga viva y mantenga su encanto. Quizá sea necesario limitar algunas tendencias actuales del turismo (pisos turísticos, tours low-cost, desaparición de negocios tradicionales, etc.) para que los centros de las ciudades no se vacíen y queden muertos si el turismo desaparece.
